Para mantener
estas zonas del cuerpo en perfectas condiciones es importante cuidarlas a
diario; ya que la realización de determinadas actividades, como la presión al caminar o apoyarnos
en codos y rodillas, hace que la piel se vuelva menos permeable y se formen
grietas.
Debemos
exfoliar periódicamente estas zonas para eliminar las capas de piel muerta. Así,
ayudaremos a la renovación de la epidermis.
También
debemos humectarla a diario, formando una capa protectora que protegerá
de los roces.
Estas zonas deben
hidratarse dos veces al día; no obstante, es más importante hacerlo por la noche;
pues, durante el sueño, la piel absorbe mejor los principios activos.
Las cremas
con glicerina, urea y ácido hialurónico son muy aconsejables.
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